VIVIR EN LO APARENTE


Vivir en lo aparente no da la felicidad. Puede darte momentos de satisfacción, incluso de gloria, pero no da la felicidad. Ni siquiera da algo que pudiera considerarse suficientemente permanente al punto, cuando menos, de sacarte de la ilusoria transitoriedad de lo que significamos como caminantes. Si eres un caminante, la fugaz gloria de la apariencia te hace creer que eres el camino.

¡Ay, amigo que vives de la ilusión de lo aparente!. ¿Por qué confundes tu imagen con “lo que en verdad eres”?. “Lo que en verdad eres” no está sujeto al paso del tiempo, ni al hecho de tener que aparentar lo que en verdad no eres. En cambio, la irrealidad de lo que aparentas, de la imagen que proyectas, incluso de la imagen que te esfuerzas en sostener porque te genera alabanzas, se extingue cada vez que la mirada ajena se dirige a otra dirección porque, en ese momento, dejas de ser el centro. Y claro, tienes permanentemente que alimentar el ego para que no se diluya..., hasta que cobra fuerza y se apodera de ti. Entonces estás perdido. Porque corres el riesgo de identificarte tanto con la imagen que proyectas que vivas permanentemente en el ego, subido en tu propio pedestal, alejado de toda realidad, de toda sensibilidad, gozando de ti mismo y para gozo de los demás. Y no quepa en tu vida más amor que el que te profesas a ti mismo.

¿Por qué no sales de la espiral del ego?. ¿Por qué no te permites ser verdaderamente libre y despliegas tus alas?. No olvides que lo único que de ti esperan los demás es que seas auténtico. Y tú crees quizá que ser auténtico es generar una imagen, identificarte con ella, y después vivir acorde a la irrealidad que genera en torno suya, y piensas: “Soy yo mismo”. Si esto es así, qué alejado estás de la realidad.
Por el contrario, búscate y encuéntrate. Habla con el silencio. Date la oportunidad de respirar hondo y mirar más allá del límite de lo que quieres ver de ti. Date permiso para amar y ser amado. Rompe tus propias cadenas. Deja de rendirte culto a ti mismo, y ríndele culto a la vida.
¡Que nefasto es el ego, y la superficialidad de pensar que somos la ropa que cada mañana nos vestimos para salir a la calle!.

Por todo esto nunca hay que mantener la guardia baja con el ego, porque es el peor enemigo que tenemos. Se alza ante nosotros, y entre nosotros y el resto del mundo. Se alimenta básicamente de nosotros mismos, y es a nosotros mismos a quien frena. No es que te haga creer que eres libre, es que te envuelve tanto que hace que te olvides de pensar que debes ser libre. La trampa del ego está en la autohipnosis que genera.
Por decirlo de algún modo, y además, te llenas tanto de ti mismo que nada más que tú mismo cabe en tu vida, en tus emociones, en tus sentimientos. Así que, entre otras cosas, no olvides que para llenarse primero hay que vaciarse.

Tampoco es necesario convertirse en el anti-ego pero, en este sentido, te digo que trabajar y vencer el ego es una asignatura esencial en el autoconocimiento, en la búsqueda de la Luz, y en nuestras relaciones con los demás. Así que, una vez más, te digo que despiertes y te pongas en marcha.
Tienes que desmantelar la superestructura de ti mismo para llegar a Ti Mismo. Así que comienza por romper el espejo en el que te miras cada mañana.

La verdad es que solo somos aprendices de humanos. Todo lo demás no es mas que vanidad de vanidades. Y esto lo olvidamos con demasiada frecuencia.

Comentarios

  1. Hay Miguel Ángel, cuanta razón tienes en es tu articulo, VIVIR DE LO APARENTE y lo gracioso es que los que viven de la apariencia no son muy consciente de ello todo les parece poco y no quieren saber que para llenarse primero hay que vaciarse, pero me quedo con el último parrafo. La verdad es que somos aprendices de humanos, todo lo demás no es más que vanidad y lo olvidamos fácilmente. Bueno FELIZ NAVIDAD y como tu dices nos vemos en el camino. Salud

    ResponderEliminar
  2. Lindísimo texto, un artículo de verdad, de refelxión. Felicidades Miguel Ángel

    ResponderEliminar
  3. Carmen Martín Segovia26 de diciembre de 2010, 14:29

    Felicidades Miguel Ángel y toda mi gratitud. Tus mensajes están cargados de espiritualidad y sabiduría. Todo lo que diga me da la impresión de que pueda minimizar esa belleza. Me quedo sobre todo con esa maravillosa frase:" SOMOS APRENDICES DE HUMANOS...
    Te sigo en el camino.

    ResponderEliminar
  4. Hola Miguel Ángel, una vez más tus reflexiones me hacen reflexionar, y es esto lo q ahora quiero compartir: cada ego puede ser reconocido como la parte de la energía q cada Alma invirtió al encarnar, para adaptarse a este mundo, donde creyó q hallaría LO q llene el profundo vacío q siente tras individualizarse y "separarse" del Núcleo Divino.
    Desde este pto. de vista, ego no es más q una herramienta de la q me sirvo para anclarme y manejarme en esta dimensión.
    Pero ahora q mi Alma ha entendidO q aquí no podrá satisfacer su mayor anhelo (la integración en Dios), luchar contra el ego o mirarlo mal, me frena, divide mi Energía y me enfrenta a mi mism@.
    Es tiempo de INTEGRARME TOD@, de asumirme complet@, ego incluído, y así poder emplear TODA mi Energía en mi más escelso Objetivo: regresar a la cca de UNIDAD en Dios, sabiendome y sintiendome Dios mismo y viendo a Dios en cada persona, animal, vegetal o mineral, pues como afirman Los Vedas "todo es Dios".
    Gracias Miguel por mantener abierto tu puerto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Hola Julia, estoy de acuerdo contigo. Pero permítime que puntualice a lo que me refiero que, por demás, es perfectamente compatible con la visión que ofreces que, como digo, comparto plenamente.

    Obviamente me refiero a ego como a una personalidad asumida que, de manera digamos "antinatural", obstaculiza nuestra conexión con el ser interno,toma nuestro control y nos aleja sobremanera de "lo que en verdad Somos"; ya que parte de la misión del ego es prevalecer, al punto de que puede generar autonomía propia y retroalimentarse para asumir ese control.

    Si creemos que somos ese ego, esa creación "artificiada" de la personalidad generada en el continuo vivir, le arrogamos la energía y la importancia que verdaderamente no tiene, y controlará y dirigirá nuestra vida (el ego no tiene conciencia de si, no puede generarla, pero puede adquirir autonomía propia y comportarse como si la tuviera). Y en la búsqueda del Autoconocimiento el trabajo sobre el ego entiendo que es crucial, porque es incluso quien puede hacernos creer que hemos llegado al final del camino cuando ni siquiera hemos dado el primer paso.
    La particularidad esencial del ego es que todo gira entorno suya, y solo busca alimentarse y crecer.

    No creo que haya que luchar contra el ego, sencillamente hay que controlarlo y permitirle el espacio justo y necesario. Porque hablar de lucha es hablar de confrontación. Aunque es cierto que, si está muy fortalecido, el trabajo ha de ser más intenso. Pero trabajar eso implica un acto de conciencia.

    En fin, comparto la visión que me ofreces, que trasluce tu sensibilidad y conocimiento, y te agradezco que me alumbres con ella.

    Gracias por tu colaboración. Gracias por tu visión.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario