PERSPECTIVAS DE UN MUNDO IRREAL (IV) "LO QUE SOMOS"




Es el pasado y el futuro, la esencia y lo superficial, el corazón y los huesos, el cuerpo y el espíritu... Y en el momento de levantar el vuelo, de expandir las alas del espíritu, de la conciencia sin tiempo, de la chispa de Luz, del pájaro que anida en el corazón… En ese momento, lo de fuera, la estructura más férrea, se diluye para dejar paso a "lo que realmente Es", a lo que realmente somos: espíritus ascendentes que no están solos.

Comentarios

  1. Carmen Martín Segovia6 de febrero de 2011, 18:14

    Ya lo dijo Santa Teresa de Jesús, que el cuerpo era la cárcel del alma. Y a partir de ahí podemos entender que cuando nos toca abandonar el vehículo que nos ha mantenido prisioneros nos elevamos como las aves, y el Ser busca su lugar, La Fuente de la cual procede. Pero algo me dice que no a todas las almas les espera la misma experiecia.Me pregunto ¿Todas ascienden o tal vez algunas permanecen solas, perdidas, sin ningún tipo de referencia, en algún lugar insólito ?...
    Gracias Miguel Ángel. Te felicito de nuevo por este trabajo insuperable y te sigo en El Camino. Que tengas una feliz semana. Hasta pronto.

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  2. Somos espíritus ascendentes, Carmen. Pero la singularidad de la propia Vida (como acontecimiento de la primigenia Creación) se expresa de muy diferentes maneras. Por necesidad, la línea recta no ha de ser el camino más corto, pues el camino más corto es el de la conciencia.

    A veces, muchas veces, los caminos son sinuosos y estrechos, permiten el paso por lugares angostos en los que es dificil mantener el equilibrio. Esto es lo que puede retrasar y de hecho retrasa el retorno a la Luz: el hallazgo del equilibrio y la autoiluminación, tomar conciencia, SER. En esto consiste hacer el camino de retorno al hogar primigenio, a la Casa de la Luz.

    Y en otras ocasiones, a las que creo te refieres, las almas pueden permanecer tal y como describes. Aunque dicho sea de paso, la falta de Luz y de Conciencia también atenaza a nuestro mundo cotidiano, como si también estuviéramos sólos y perdidos, sin ningún tipo de referencia. Así que es perfectamente comprensible que suceda a ambos lados de la orilla.

    La conciencia de la vida nos tiene que llevar a la conciencia de la muerte, es decir, a la realidad incuestionable de que somos viajeros en la vida y transitamos de una dimensión a otra a través de la puerta que significa el fin de nuestros dias sobre este mundo.
    La muerte no es mas que la sombra que proyecta la vida cuando la contemplamos como un hecho finito y limitado.

    Pero estamos en el camino. Estamos en el tiempo. Y estamos desplegando las alas. Estamos ascendiendo, Carmen..., pero a este que te escribe le queda tanto por aprender, y tantos velos por descorrer...

    Gracias por tu comentario.

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  3. al fin y al cabo, lo maravilloso es que no estamos sólos ni en este ni en el otro lado, por nuestra propia naturaleza, ...siempre tenemos la posibilidad de avanzar.Un abrazo Miguel Angel.Cuando hablas se te nota que eres una persona honesta y sincera :)

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  4. era yo :) (la del comentario anterior)

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  5. Efectivamente, Elisa, no estamos sólos, ni en este ni en el otro lado, nos acompañan desde lo invisible y en lo visible...
    Gracias por tu comentario, y por la forma en que me valoras. Gracias por estar ahí.

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