Es la soledad del viajero y del guerrero. Definitivamente solos, nadie anda nuestro camino ni se calza nuestros pies.
Estamos solos, desdibujadamente solos, ante nuestra propia vida y la responsabilidad que comporta vivirla y entenderla, y dejarla fluir para que sea instrumento de la Divinidad.
Pierdo mi mirada en la lejanía de mi propia historia... Miro al pasado y al futuro desde la atalaya de un mundo que no se detiene si yo me detengo. Y entiendo que no hay más opción que Entender y seguir adelante, Comprender y andar el camino. Porque tome el sendero que tome siempre será un camino de Retorno, más o menos largo en función del propósito y de la conciencia.
En la soledad la Luz se desdibuja o aumenta su brillo, pero es solos, estando solos, que nos enfrentamos a lo que somos. Y “lo que Somos” aún está por descubrir.
Así en soledad,..esa soledad que acompaña en el camino del buscador,es cuando tomas conciencia de qué Eres y hacia Dónde vas...un fuerte abrazo.Anabel
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para tí también, Anabel. Es la soledad del viajero y del guerrero, con la que damos nuestros propios pasos y andamos el camino que nadie puede andar por nosotros.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.Nos vemos en el camino.
Percibo una soledad impuesta, obligada,muy cruel a veces que me lleva a pensar e incluso a preguntar:¿ Puede ser consecuencia de un contrato pactado antes de nacer ?. ¿Tal soledad no será otra cosa que un instrumento que nos permita no desviarnos de nuestro camino elegido para poder cumplir mi propio propósito ?.
ResponderEliminarSon tantas las preguntas que me llegan...
Sin embargo, gracias a esos efímeros momentos también de felicidad y paz, me siento recargada y dispuesta a continuar ese solitario camino que para mí en definitiva es Sagrado.
Gracias Miguel Ángel como siempre compartes sabiduría,amor y belleza. Nos vemos en el camino.
Son tantas, Carmen, las preguntas como las respuestas. Somos aprendices de humano que comparten su camino con los demás, pero que han de dar sus propios pasos. Nadie vive, sueña, llora, ríe... por nosotros. Nadie busca o encuentra por nosotros.
ResponderEliminarVivimos nuestra soledad, aunque la compartamos con otros.Y siempre encontraremos unos ojos donde vernos reflejados.
Gracias a tí, hermanita, por estar ahí.
A veces hay que desaparecer en esa soledad de nácar y dolor. Por más que intentas desdibujar la barrera que aparentemente te separa de todo, no hay forma de encontrar el contrato donde alguien ha firmado que somos UNO e indivisible y cuando la realidad de la separación te golpea con crueldad no hay más remedio que encontrar y tirar el muro que solo habita en ti.Es mi muro y soy culpable de este muro.
ResponderEliminarTe sumerges al fondo, donde se confunde el dolor con la libertad y ya, cuando te das por muerto, se cae el muro.¡Cabrón!, ¿porqué me haces bajar a estas profundidades donde pierdo el aliento, el aire y la visión. Donde el equilibrio no existe y los sueños se pierden entre voluptas de humo iracundo y jadeante.
Se rie el muro y dice algo así como que: no puede emerger porque está aprisionado entre lodos y ambrosías, como los dioses del Olimpo pero venido a menos.
Y vuelvo a subir, en soledad, porque esto es cosa de cada cual:bajar entre enredaderas y rocas escarpadas para subir sin subir, porque resulta que no había lugar ni abajo ni arriba. Era todo Uno.