Cuando llegamos todo vestigio de vida se había borrado. El Gran Espíritu de la Vida decidió acortar sus pasos sobre este mundo y dejarla marchar, sin duda, al cielo de los gatos.
Sobre la silla en la que a veces nos esperaba dejó atrás su mundo y el nuestro.
Se marchó por la puerta intangible de los felinos, haciendo su pequeño camino hacia su luz.
En la noche, disfrutando quizá los primeros momentos de liberación, aún deambulaba entorno nuestro, como si nada hubiera pasado. Y es que la vida, más allá de la forma y la conciencia humanas, se sostiene sobre el árbol de lo creado como hoja perenne que trasciende el fin de lo denso.
En la noche, Infantil, el otro gato humano, nos visitaba y, de manera excepcional, nos transmitía lo acontecido, modulando de manera magistral sus maullidos: Pirula había dejado el mundo de los gatos, y el de los humanos.
Ambos formaban un magistral tándem de amistad que concretaba en nosotros, y él, como gato, y a su nivel, demostraba saberlo.
La verdad es que lo único que interrumpe el flujo de energía, comunicación y sentimientos, entre animales y humanos, es nuestra descomunal ignorancia y todo lo que ella esconde.
Definitivamente, no son sencillamente animales. Definitivamente, nos necesitan, y los necesitamos.
Hoy, el cielo de los gatos abrió sus puertas. Y “Shambala” dejó ir a la blanca guardiana que cuidó de ella durante nuestras ausencias.
Bonita forma de transmitir la partida hacía otro lugar de esa bolita de nieve.
ResponderEliminarTu Corazón no pone límite a la especie animal para demostrar ese Amor tan grande que llevas dentro.
¡¡Siento lo de Pirula!!
Besos a los dos
Muchas gracias, Nalea. Es que no hay límites. Todo límite viene del miedo o de la ignorancia. Y dirigir una mirada tierna a esos seres que deciden confiar, sin fisuras, en nosotros cuesta muy poco. Ellos son capaces de dar mucho sin pedir ni esperar nada a cambio.
ResponderEliminarAsí que es fácil quererlos.
Tengo la esperanza que todos iremos a un mismo cielo, tan grande y hermoso que nunca una foto o imágen podran plasmar su belleza.
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