Para
algunos remoto vestigio de la Atlántida, tierras altas y emergidas de la gran
hecatombe que sumió a la protoantigüedad en la obscura desolación del olvido;
para otros Jardín de las Hespérides... Entre el norte y el sur, en los brazos
de los vientos alisios, casi acariciando las costas del Sahara... , se
encuentra una tierra hermosa y misteriosa...
Una
tierra que esconde el más íntimo secreto: la isla inexistente, fantasma
escondido por las sábanas de la niebla. Isla imposible vista y no vista es San
Borondón la tierra perdida.
Entre
sus aguas se esconden mil secretos: calamares gigantes, luces maravillosas que
penetran los mares y deslumbran ojos atónitos que no dan crédito a lo
increíble; quizás enclave submarino de
seres llegados de quién sabe qué estrella.
En
sus montañas y barrancos esferas coloridas y entes luminosos juegan al límite
de la realidad. Pirámides de Güimar desafiando el transcurso de la historia.
Sobre
el mar de nubes despunta una cumbre altiva y escarpada, la columna del cielo; labrada a fuego y
azufre en su corazón bullen el magma y energías radiantes procedentes del
centro de la Tierra. Cuando lo vi sentí que él también me contemplaba; no es
un volcán cualquiera, es el Padre Teide. Echeyde, morada de Guayota, ladrón de la luz y del Sol que sumió al mundo en la oscuridad, hasta que Achamán, el dios supremo, lo liberara.
Sus
cañadas han acogido a millares de buscadores de luminarias inteligentes, luces
desprendidas de la gran familia de estrellas que techan la noche de los Llanos
de Ucanca; oteadores de la profunda negritud del cielo nocturno esperando que
la gran respuesta les hable bajo la forma de luces de colores de inquietante
origen.
La
vida se quiebra y abre camino entre coladas de lava como escamas de un dragón
insular y pétreo, adormecido y latente. Aliento letal, bocanadas de fuego,
clamor de una piedra fundida a la que la frialdad de la soledad endureció para
siempre.
Aguas
y tierras, llanos y cumbres, líquenes y laurisilvas; mágicos, singulares
parajes desolados o rebosantes de vida, paisajes lunares sobre los que el ánima
camina. Ojo cósmico que mira al pasado desde Izaña. Montañas del Fuego, ardor
subterráneo que quema el corazón de Gaia. Islas del fin del mundo entre dos
mundos...
Lo más profundo se eleva sobre la faz de las aguas y nos muestra sus secretos, piedra hirviente, llanto de fuego... Islas Canarias.
Lo más profundo se eleva sobre la faz de las aguas y nos muestra sus secretos, piedra hirviente, llanto de fuego... Islas Canarias.
A la memoria de Paco Padrón, amigo y guerrero de la Luz
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