Cada día, cada minuto del día, con cada paso que
doy, en cada mirada que dirijo al mundo, al despertar, al dormir..., ando el
camino silencioso de la única manera que puede ser andado.
No atesora el clamor de las palabras que no encierran
contenido, lo limita en su expresión y no le deja ocupar el espacio en la mente
que no le corresponde. Y así la expresión del mundo en ti es clarificadora,
transparente, y deja pasar la Luz. Y esta entra en ti por las doce puertas del
alma. Y a través de ellas te alimenta de una forma que no puedes imaginar.
Al hacer el camino, al explorar los espacios
invisibles que llenan mi realidad más inmediata, me pregunto: ¿Qué llena el
inexistente vacío que me separa sin hacerlo de un hermano que, como yo, camina
su camino sobre este mundo?. Hilos de luz generan una trama maravillosa,
filamentos que nos conectan con todo aquello que expresa una forma de
conciencia. Nubes que no lo son..., e infinidad de pensamientos que vienen y
van migrando de un lado a otro, esperando ser rescatados por mentes sagaces o
que divagan continuamente de un pensamiento a otro y después a otro..., y
llenan de ruido una mente que no puede oír por el gran estruendo que contiene y
al que alimenta.
No es que no deba haber ruido alrededor, que las
tormentas no expresen su llanto, que la torrentera sea como la faz suave y
tersa de la laguna, que el silencio se adueñe del mundo, que todo enmudezca...
Es dentro donde tienes que hacer el silencio. Porque es dentro donde está todo
ruido.
El camino silencioso recibe este nombre porque para
vivirlo, para hacerlo, hay que acallar la mente. Y cuando la acallas, cuando la
detienes en su constante bullir, cuando le haces ocupar el lugar que le
corresponde en tu propio proceso de vivir, surge una voz interior que nace del
silencio y desde el silencio te habla.
Haz de hacer el camino de manera que ni las
piedras al pisarlas dejen oír su quejido. No crujen si no las oyes, y no las
oyes si no piensas en ellas, y no piensas en ellas si acallas la mente. Si
acallas la mente se hace el silencio.
El camino silencioso encierra el atronador secreto
de la vida, un secreto a voces... del silencio que pocos oyen:
Todo está contenido en el momento presente, todo
secreto, todo misterio... Todo tiempo por vivir no es mas que este instante...,
crucial, irrepetible, genuino.
Comprender esto y que sólo el temor, en sus más
variadas formas, nos aleja del momento presente es substancial.
Y recuerda: Sólo en el silencio se oye.
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