Ha llegado el tiempo de abrir puertas y ventanas, puertas del alma y ventanas por las que el alma asoma al mundo y a mundos intangibles que tangibles se hacen, porque si mirar no es ver, ver es contemplar aquello que sucede ante nosotros mismos y en nosotros mismos.
Ha llegado el tiempo en el que sembrar no es una opción, sino toda opción que se precie de camino caminado a la sombra de la Luz y en el portal del tiempo, de ese tiempo que nos ata y nos devora sencillamente porque en él creemos.
Ha llegado el tiempo de soltar las cadenas. Y digo soltar, porque somos nosotros quienes las sujetamos y nos decimos con el grito inerte del que moverse quiere pero andar no puede: no soy libre.
Ha llegado el tiempo de liberarse y aferrarse al Vivir.
Ha llegado el tiempo en el que el sueño y el dormir cotidiano caminan de la mano para soltarse y hacer caminos diferentes. Para enseñarnos en el despertar más profundo y más liviano, en el más coherente y en el más alto, alto hasta las nubes y hondo como el cante de mi tierra: sentimiento puro que puro brota del corazón. Que solo si abrimos los ojos de par en par la luz entrará hasta cada rincón de lo que creemos ser.
Ha llegado el tiempo de abrir puertas y ventanas. Deja que entre la luz y corra el aire. Y respira profundamente. Y déjate acariciar por el alma de la Vida.
Ha llegado el tiempo de abrir puertas y ventanas. Deja que entre la luz y corra el aire. Y respira profundamente. Y déjate acariciar por el alma de la Vida.
Miguel Ángel, abrir puertas y ventanas.... Un sueño sublime....¿alcanzable siempre, no lo sé?
ResponderEliminarFlo
Quién sabe, Flo. Quién sabe...
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