Es un don y como tal se expresa. Se expresa porque fluye y sucede, transcurre y detiene el tiempo y el vuelo de los pájaros. Quietud. Calma vestida de mirada tenue, de ojos entreabiertos que miran lejos porque está lejos quien mira y cerca lo mirado.
Es un don y como tal se expresa, porque medita el segundo presente, ilumina el pasado y recubre de verde el que ha de venir. Contenedor de todo en el instante presente, en el ahora huidizo, en la frágil substancia del no pensamiento. Presente. Instante. Ahora.
Es un don y como tal se expresa. Ilumina y camina, sosiega y vuela, enternece y palpita. Tiene garras y plumas. Sin rugir ruge, sin volar vuela. Y expresa la fiereza del cauto y del templado, del pacífico.
Corazón. Brotes de luz palpitante que expande vida. Latidos como millar de millares de estrellas que pulsan como pulsares, que sienten como almas imbuidas de ritmo, de cadencia, de son con son. Respirar y brillar. Expandir y soltar. Inspirar y amar desde dentro lo que estuvo fuera. Y mirar desde fuera cuanto es dentro.
Corazón del uno y del todos. Corazón del hombre y atanor de estrellas.Y de almas viajeras que empiezan su viaje de estrella en estrella y de mundo en mundo, de hombre en hombre, de mujer en mujer, de dormido en despierto y de despierto en águilas oteadoras, en tigres amamantados por rugir de rugidos y en lobos aulladores. Cantores que cantan como almas solitarias que ven en la noche porque desde la noche despiertan. Espíritus de la Luz. Almas del camino entre mundos. Corazones de fuego y agua que en la tierra germinan y crecen. Y en el aire vierten su tañido, y su canto, y el gritar de corazones rotos por el tiempo y el olvido.
Es un don y como tal se expresa: caminantes entre mundos que hacen el camino y, al caminar, vuelan. Y al cantar rugen. Y al rugir apartan sombras. Y al volar el aire tiembla, y alejan las nubes, y el sol penetra. Guerreros de la Luz.
Al verdadero y único guerrero de la Luz: tú.
Es un don y como tal se expresa, porque medita el segundo presente, ilumina el pasado y recubre de verde el que ha de venir. Contenedor de todo en el instante presente, en el ahora huidizo, en la frágil substancia del no pensamiento. Presente. Instante. Ahora.
Es un don y como tal se expresa. Ilumina y camina, sosiega y vuela, enternece y palpita. Tiene garras y plumas. Sin rugir ruge, sin volar vuela. Y expresa la fiereza del cauto y del templado, del pacífico.
Corazón. Brotes de luz palpitante que expande vida. Latidos como millar de millares de estrellas que pulsan como pulsares, que sienten como almas imbuidas de ritmo, de cadencia, de son con son. Respirar y brillar. Expandir y soltar. Inspirar y amar desde dentro lo que estuvo fuera. Y mirar desde fuera cuanto es dentro.
Corazón del uno y del todos. Corazón del hombre y atanor de estrellas.Y de almas viajeras que empiezan su viaje de estrella en estrella y de mundo en mundo, de hombre en hombre, de mujer en mujer, de dormido en despierto y de despierto en águilas oteadoras, en tigres amamantados por rugir de rugidos y en lobos aulladores. Cantores que cantan como almas solitarias que ven en la noche porque desde la noche despiertan. Espíritus de la Luz. Almas del camino entre mundos. Corazones de fuego y agua que en la tierra germinan y crecen. Y en el aire vierten su tañido, y su canto, y el gritar de corazones rotos por el tiempo y el olvido.
Es un don y como tal se expresa: caminantes entre mundos que hacen el camino y, al caminar, vuelan. Y al cantar rugen. Y al rugir apartan sombras. Y al volar el aire tiembla, y alejan las nubes, y el sol penetra. Guerreros de la Luz.
Al verdadero y único guerrero de la Luz: tú.
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