MI INTENTO

Todo escritor escribe inicialmente para satisfacer su acuciante necesidad de escribir, de trasladar al papel un sentimiento, una emoción, una vivencia, una historia… Es decir, materializar en palabras encuentros y desencuentros con la existencia, visiones de la realidad… 
Plasmar fuera de mí lo que hierve en mi interior de una manera silente y a la vez difícilmente ignorable, esta es mi necesidad.

La consecuente necesidad que sigue a esta es la de ser leído, que otros ojos se deslicen por el verso o la prosa que he construido y que les acaricie el alma. Así que quizá uno escribe sobre todo para sí mismo con el anhelo de ser leído por otros. 

Este es mi intento como escribiente de la vida, de lo que acaso somos y de lo que seguro creemos ser. Por demás, forma parte de mi misión en esta vida y en este mundo construir realidades asequibles de ti mismo, para que te busques y te encuentres. Encerrar Luz en las palabras y ofrecértelas en tu Despertar. 

Este es mi intento por construir mundos y realidades, por describirlos, por llevarte tan lejos como tan cerca de ti mismo, y Alumbrarte si fuera posible y necesario. Enseñándote a tejer alas de sueños dorados al atardecer, para que vueles de crepúsculo en crepúsculo y te busques entre soles. Y así mi intento es tu intento. Y tu intento es, a la vez, el mío. 

¿Qué sería de mí si no me leyeras?. ¿Qué sería de mí sin tus ojos intentando ver más allá de mis palabras, hurgando en el sentido que contienen y en los brotes de Luz que atesoran?. ¿Qué sería de mí si el verso no existiera y la palabra solo fuera tangible acúmulo de letras sin sentido ni alma?. Yo solo sería una sombra inexplorada esperando ser descubierta por ti y por ti disipada.